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de profesión incierta

artistas invitados

Asalto

Asalto

Me gustaría poder comparar las pinturas que tengan dentro los vecinos con la que tienen fuera.

 

 

Escrito en el siglo XVIII

Escrito en el siglo XVIII

Estaba de moda hace algún tiempo –y quizás aún lo esté– escribir bajo el título de las novelas: Una historia verdadera. Se trata de un pequeño e inocente engaño. Pero lo que ya no es tan inocente es que en algunos de los libros de historia más recientes se omitan las palabras: Una novela.

 

 

Georg Christoph Lichtenberg. Aforismos. Edhasa.

Comerciantes

Comerciantes

La observación de Selden de que "no hay príncipe en la cristiandad que no sea un comerciante" es sin duda típica de la mentalidad inglesa.

 

 

 

Blanchard Jerrold y Gustave Doré. Londres. Abada editores

Milagros de la publicidad

Milagros de la publicidad

En un solo día, Marinetti pasó de ser una persona de la que se dice: "¿Quién es?" a alguien del que se dice "¿Quién se habrá creído que es?"

 

 

Will Gompertz. ¿Qué estás mirando? Taurus.

Al revés, como siempre

Al revés, como siempre

¡Qué impredecible es el idioma, cuánto cambian con el tiempo las palabras! ¡Que "candidato" esté emparentado con "cándido", que quiere decir sin malicia ni doblez, puro, inmaculado, limpio, límpido, albo! Lo negro hoy dándoselas de blanco...

 

 

 

Fernando Vallejo. Peroratas. Alfaguara.

Siempre igual

Siempre igual

¡Si tú vieras con cuántos argumentos enflaquecía la voluntad escrita, trocando el sentido de las palabras, derramando tinieblas y significaciones ocultas sobre ellas, dudando aun del sonido vulgar que hiere en los oídos y del conceto, que por él se declara al juicio y consentimiento universal de la patria, violando toda la oración y finalmente haciendo que las palabras declarasen la mente del que las dijo al contrario de cómo las quiso declarar!

 

 

 

 

Bartolomé Leonardo de Argensola. Sátiras menipeas. Colección Larumbe.

Ricard Terré

Ricard Terré

No se pierdan la exposición de Ricard Terré, con fotografías del futuro de España, en la Lonja de Zaragoza.

 

 

Whistler vs. Wilde

Whistler vs. Wilde

El 20 de febrero de 1885, James Whistler pronunció una conferencia en la que, entre otras muchas cosas, dijo:

Más allá de ese puñado de tecnicismos que siempre encuentra ocasión de emplear, el escritor considera la obra desde un punto de vista estrictamente literario, como no podía ser de otra manera, y le confiere, en sus textos, el mismo tratamiento que daría a una novela, un relato o una anécdota. Fracasa rotundamente, y es natural que así sea, en la tarea de apreciar sus méritos o deméritos artísticos, y con ello degrada el Arte, al tomarlo por un método para crear un clímax literario.

Entre sus oyentes se encontraba Oscar Wilde, que debió de darse por aludido y le dedicó una reseña en la Pall Mal Gazette, en la que, entre otras cosas, escribió:

Ni acepto tampoco el dictum de que sólo un pintor es juez de la pintura. Yo digo que sólo un artista es juez del Arte: la diferencia es considerable. Al pintor que es meramente pintor, no debería permitírsele hablar de nada más que de aceites y disolventes, y aun sobre estas cuestiones debería contenerse.

La pelea siguió mediante cartas públicas cada vez más encendidas y perversas. Pueden leerlas en el librito Whistler vs. Wilde editado por Trama editorial.

 

 

 

La pintura, como ya saben todos ustedes, es de James Whistler.

Visión de conjunto

Visión de conjunto

Si la enumeración de detalles constituyera la esencia de la capacidad descriptiva, los inventarios serían las obras de arte por excelencia.

 

 

 

Blanchard Jerrod. Londres, una peregrinación. ABADA Editores.

La ilustración de Gustave Doré pertenece al mismo libro.

Procedimiento judicial

Procedimiento judicial

A propósito de la entrada de abajao, leo en las memorias de Mariano Gracia:

Se cortaron las aguas y apareció la cabeza del asesinado, que recogió el juez instructor de la causa, un tal sr. Ramírez.

Este señor valióse de un procedimiento rápido y seguro para hacer que confesaran los criminales de su delito. Llamó a declarar a Cardico y como este se encerrase en sus tenaces negativas, le mostró de repente la cabeza cortada del muerto, que tenía oculta debajo de la mesa.

Ante aquella visión espantosa, puesta a cuatro dedos de sus narices, desfalleció Cardico y, poseído de indecible terror, confesó entre sollozos su crimen y el de sus compañeros.

 

 

 

Mariano Gracia Albacar. Memorias de un zaragozano (1850-1861). Institución "Fernando el Católico". Diputación de Zaragoza.

Nasrudín y su burro

Nasrudín y su burro

Sabido es que un vecino fue a casa de Nasrudín y le dijo:

–Mulá, necesito que me preste su burro.

–Lo lamento, pero ya no lo tengo.

En ese momento, el burro rebuznó en el establo.

–Pero, Mulá, su burro está ahí dentro.

–¡¡¿Y a quién vas a creer, a mí o al burro?!!

 

Cambien a Nasrudín por Rajoy y a Bárcenas por el burro y aplíquenles el cuento.

 

 

Una modesta proposición para el ministro de Educación

Una modesta proposición para el ministro de Educación

Llegó el momento fatal. El señor González, el ejecutor de la justicia, último que hemos conocido en esta Audiencia, cumplió su triste misión con la serenidad y la sangre fría que tantas veces demostró.

Entre la multitud, mucho hombres y muchas mujeres levantaban en brazos a sus hijos para que contemplaran bien la tétrica escena. Luego, les daban una bofetada diciéndoles:

–¡Para que te acuerdes toda la vida y seas bueno!

No sé si producía efectos aquella enseñanza cruel, pero el caso es que la costumbre estaba entonces muy generalizada.

 

 

 

Mariano Gracia Albacar. Memorias de un zaragozano (1850-1861). Institución "Fernando el Católico", Diputación de Zaragoza

El calentón de Cioran

El calentón de Cioran

Era joven, mi sangre bullía, pero, ¿qué se puede hacer en una ciudad en la que todo el mundo se conoce? En la gran plaza de la ciudad, un guardia, un punto negro en un calor sofocante, se mantenía de plantón toda la jornada. Un día me acerqué a él para decirle: "Señor agente, no soy de aquí y necesitaría una mujer". Me respondió como si fuera la cosa más natural del mundo: "Pues claro. Por lo general se encuentra una en el hotel. Sé que ahora no está, pero, si lo desea, puedo enviarle otra cuyo marido está ausente, porque trabaja a diez kilómetros de aquí".

Le di las gracias por su ayuda. Como vivía allí con mi hermana, le dije, habría que hacerlo con discreción. "¿A qué viene el secreto?" Es una cosa de lo más natural", me respondió. En la forma de pensar de aquel guardia descubrí el sentido común rumano y húngaro, el humor y mucho encanto.

 

 

 

E. M. Cioran. Conversaciones. Tusquets Editores.

Más Cioran

Más Cioran

Uno de mis amigos de juventud, armenio, que ha perdido a toda su familia, ahora está cansado de vivir. Es mayor que yo, tiene casi ochenta años, y me escribió en un momento de profunda depresión. Me pidió como una autorización para suicidarse. Le respondí: "Si aún puedes reír, no lo hagas, pero, si no puedes, entonces sí". Son las últimas palabras que puedo decir, si alguien me consulta. Mientras puedas reír, aunque tengas mil razones para desesperarte, debes continuar. Reír es la única excusa de la vida, ¡la gran excusa de la vida! Y debo decir que incluso en los momentos de profunda depresión he tenido fuerzas para reír. Esa es la ventaja de los hombres sobre los animales. Reír es una manifestación nihilista, igual que la alegría puede ser un estado fúnebre.

 

 

 

E. M. Cioran. Conversaciones. Tusquets Editores.

Peter Sloterdijk

Peter Sloterdijk

Un amigo me envía un fragmento de Sloterdick, ilustrado por esta fotografía.

De ahí que en el seno de la sociedadposmoderna esta masa, que ya no se reune o congrega ante nada, carezca de la experiencia sensible de un cuerpo o de un espacio propios; ella ha dejado de percibirse como una magnitud capaz de confluir y actuar, como tampoco siente ya su “physis” pulsional; de ella ya no cabe escuchar ningún grito general. Se aleja cada vez más de la posibilidad de transformar sus inertes rutinas prácticas en intensidad revolucionaria. Su estado es comparable al de un compuesto gaseoso, cuyas partículas, respectivamente separadas entre sí y cargadas de deseo y negatividad prepolítica, oscilan en sus espacios propios, mientras, inmóviles ante sus aparatos receptores de programación, consagran individualmente sus fuerzas una y otra vez a la solitaria tentativa de exaltarse o divertirse...

 

 

Cioran

Cioran

 A punto de jubilarme, una amiga me ha regalado este libro, en el que acabo de leer:

 

Estoy cada vez más convencido de que el hombre acabará –metafísica, históricamente– siendo un fantasma, una sombra, o que llegará a ser como un jubilado o un imbécil.

 

 

 

E. M. Cioran. Conversaciones. Tusquets Editores.

Lo que decía Cioran en 1982

Lo que decía Cioran en 1982

¿Por qué se esforzó la Europa occidental durante siglos para crear una civilización, que ahora está visiblemente amenazada desde dentro, ya que los europeos están minados interiormente? No se trata de algún peligro exterior grave, pero los europeos están enteramente maduros para desaparecer. Entonces nos preguntamos qué sentido tiene esa evolución, pero no hay sentido. Hay una evolución. ¿Qué sentido tiene? ¿Para qué haber hecho catedrales? Mire París, que hizo catedrales: ahora tiene la torre de Montparnasse. Hacer la torre de Montparnasse después de haber hecho catedrales: ¿podemos decir después que la historia tiene un sentido?

 

 

 

E. M. Cioran. Conversaciones. Tusquets Editores.

Homenaje a Tomeo

Homenaje a Tomeo

 

 

 

Rolando Hinojosa-Smith

Rolando Hinojosa-Smith

Creo que la Antonia no quiere acordarse de su sangre chicana pero eso les ocurre a muchos y qué le vamos a hacer. Javier no es chicano tampoco, es Leguizamón y los Leguizamón, bien es sabido, no tuvieron madre; fueron hijos de tía.

 

 

 

Rolando Hinojosa-Smith. Estampas del Valle. Xordica.

Permítanme el desahogo II

Acabo de recibir una atenta carta de la Consejera de Educación que dice así:

Estimado JOSÉ LUIS:

Con motivo de su jubilación le manifiesto el agradecimiento y reconocimiento del Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón por los años que ha dedicado a la apasionante vocación de formar, educar y enseñar a pensar, no sólo en el descubrimiento del conocimiento, sino también en el cultivo de los valores. Desde la presencia, la acogida y la seguridad afectiva que proporciona el educador, usted ha ejercido el arte de ayudar a desarrollar la personalidad de sus alumnos y también su libertad.

Deseo que su nuevo estado de jubilación signifique un horizonte de oportunidades para poner en marcha proyectos o actividades que hasta este momento no ha podido realizar por sus ocupaciones profesionales.

Desde el Servicio Provincial le comunicarán, tanto la fecha como el lugar de celebración del acto de homenaje que se celebrará con todos los jubilados de su provincia. Reiterándole mi agradecimiento y felicitación.

Reciba un cordial saludo,

 

Dolores Serrat Moré

 

 

La voy a guardar en una fiambrera.