Nasrudín y su burro
Sabido es que un vecino fue a casa de Nasrudín y le dijo:
–Mulá, necesito que me preste su burro.
–Lo lamento, pero ya no lo tengo.
En ese momento, el burro rebuznó en el establo.
–Pero, Mulá, su burro está ahí dentro.
–¡¡¿Y a quién vas a creer, a mí o al burro?!!
Cambien a Nasrudín por Rajoy y a Bárcenas por el burro y aplíquenles el cuento.
2 comentarios
cano -
Vicente -