Una joven y su móvil
– ¿Qué tal, qué tal estás? ¡Qué fuerte,¿no?!
– ...
– ¡No me digas! ¡Qué guay! ¡No sabes cómo me alegro, de verdad!
– ...
– Pero, eso es porque os queréis.
– ...
– Mujer, pues es una prueba de que quiere volver contigo, que te echa en falta. Yo aclararía por qué ha hecho eso, por qué te ha tenido abandonada tantos días...
– ...
– ¡Bueno, sois amigos con derecho a, ¿no?! ¡No sois sólo amigos, sois casi novios! Y si tú te lo trajiste fue por algo, ¿no? No vais a estar las veinticuatro horas juntos pero, bueno, salir por ahí, ¡yo qué sé!
– ...
– Hombre, si tú no le preguntas qué ha hecho todos estos días y él no te lo cuenta, no vas a salir de dudas. Yo se lo plantearía, de verdad.
– ...
– Yo ya sabía que ibais a volver, lo que no sabía es que iba a ser tan pronto. Total, que la ruptura ha durado veinticuatro horas.
– ...
– Pues, ¿ves?, eso es un detalle pero que, vamos, a mí lo que diga me importa un pimiento, tendrá que demostrar si ha cambiado o no ha cambiado y si ha cambiado, bien, pero, si no ha cambiado, pues no ha cambiado y ya está.
– ...
– Sí, ese es un chulico de esos que van de duros y después son unos blandengues, que ya conozco yo muchos así, bueno, muchos, no; no conozco ninguno.
3 comentarios
cano -
miguelgato -
Harry Sonfór -
No sé si es una declaración de intereses o una declaración de principios, pero da igual, me ha gustado mucho esa frase.