EN OTROS TIEMPOS...
Dice mi abuelo que antes no había cafés ni esa ponzoña de licores artificiales. Se bebía anís de vino, eso sí, pero, ¡vaya anís!
Se reunían en una casa a jugar a la chica, se jugaban un par de kilos de carne que iba a tres reales el kilo y ponían un cántaro de vino de la cosecha ¡y qué vino! para ponche.
Había muchas apuestas de cual comía más, quién era más valiente, quién cargaba mejor las galeras, etc.
Una vez un mozo se llevó setenta kilos de peso ocho kilómetros; otra vez, otro, trescientos kilos del corral al granero.
Aún viven dos hombres que después de comerse cuatro kilos de pan de sopas, se comieron seis libras de sebo crudo.
Había uno de Loscorrales que se comió ocho docenas de huevos fritos y otro de Berdún, en una lifara, engulló de apuesta nueve kilos de tocino. ¡¡Pobres estómagos!!
Una noche uno, se cogió el trabuco e hizo ir a dormir a todos los mozos delante de él.
Era el día de la fiesta mayor. Aquella noche se había dormido muy poco y por la mañana se juntaron nueve mozos. Cada uno había de beberse un litro de anís de un trago. Ya lo hicieron así pero uno casi se murió.
¡Qué tiempos aquellos!
Manolo Ciprés - 10 años
El libro de los escolares de Plasencia del Monte (1936). Edición facsímil del Museo Pedagógico de Aragón.
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