Espectadores I
(En el concierto) los hombres están sentados inmóviles como si consiguieran no oír nada. Está claro que en este caso fue necesaria una educación prolongada y artificial para el estancamiento, a cuyos resultados ya nos hemos acostumbrado. Porque visto con frialdad hay pocos fenómenos en nuestra vida cultural que sean tan sorprendentes como un público de concierto.
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A pesar de todo, en nuestros conciertos se ha conservado una pequeña cantidad de descarga física. El aplauso se brinda en gratitud a los intérpretes; se trata del intercambio de un caótico ruido breve por otro bien organizado, prolongado.
Elías Canetti. Masa y poder. Muchnik Editores.
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