Ideas para tiempos de crisis
...en el año de mill e quinientos y sesenta y seis, siendo... mes de mayo, entre la una y las dos del día, comenzó a temblar de tal arte la tierra, que levantaba las casas y paredes y aun tejados, y cayeron en el suelo muchas dellas, y otras quedaron sin tejas, acostadas a un lado, que pensamos que la tierra se abría para nos sorber, y puesto que todos salimos al campo, no estábamos seguros, ni tampoco osábamos dormir dentro de nuestras casas, que en el campo, y en los patios, y en la plaza desta ciudad hacíamos nuestros ranchos. Y porque destos recios tamblores hay mucho que decir, que duraron nueve días, y toda esta ciudad, juntamente con la clerecía y y religiosos y todas las señoras con grandes procesiones, disciplinándonos todos los más demandando a Dios misericordia, y se entendieron en paces y amistades y otras santas y pías obras, y fue cosa de admiración ver cómo cuando íbamos en aquestas santas procesiones, dando gemidos y llorando, corriendo sangre de las espaldas, no podíamos ir adelante ni tenernos en pies, porque como era a media noche, caían casas de tejados, con el gran ruido que la tierra hacía cuando temblaba y las tapias que venían sobre nosotros, y aunque ébamos por la mitad de la calle, temimos que era venido el fin de nuestros días, e con oraciones y contritas confesiones y penitencias, que en todo esto hacíamos, quiso Dios que echásemos suertes a muchos santos, y entre ellos a señor Sant Sebastián, para que abogase a Dios nuestro señor misericordia, que cayó la suerte por nuestro abogado al bienaventurado mártir Sant Sebastián, y desde en esto comenzó a aflojar el recio temblor, y prometimos ir cada año en procesión a una iglesia que hecimos en el campo de señor Sant Sebastián y celebrar su fiesta, víspera y día.
Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (II). Biblioteca de la Historia.
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