Dos ancianas
– ¡¿Qué tal?! ¡Cuánto tiempo sin verte!
– Ya hacía tiempo, ya...
– Es que como no voy por allí...
– Ya, yo también he dejado de ir, no te creas.
– ¿Ya no vas por la estación?
– Nada. Tuve una enganchada con la... espera, ¿cómo se llama?
– ¿Quién?
– La... la... ¡La Flora! ¿La conoces?
– Un poco... Y, ¿qué pasó, pues?
– Que no me dejó jugar.
– ¡Toma! ¿Y eso?
– Yo qué sé. Llego un día, me siento a la mesa y me dice: "Tú no juegas". Y digo: "¿Por qué?" Y dice: "Porque lo digo yo. Tú no juegas".
– ¡No te fastidia! ¿Y quién es ella para decir...?
– Oye, me levanté, me fui y ya no he vuelto más.
– A mí me pasó lo mismo con la Gabriela.
– ¿Tampoco te dejó jugar?
– Bueno... más o menos...
1 comentario
Chabier Aparizio -
Aljafería, que creo dibujaste tú.
mosicazua@gmail.com