Blogia
de profesión incierta

Una anciana y otras pasajeras

– Espere un momento... No cierre... (La anciana se toma su tiempo para llegar a la salida) ¡¡¡Espere, espere!!! ¡¡¡¿No me ha oído que le he dicho que espere?!!! ¡¡¡Que casi me chafa con la puerta!!! ¡¡¡Abra la puerta, imbécil!!!

– ¡Hala...!

– ¡Encima!

– Chica, chica...

– Encima. ¡Qué barbaridad!

– Si es que se ha levantado cuando ya estaba parado el autobús. ¿Usted ha visto cuándo se ha levantado?

– Que se hubiera levantado un poquico antes...

– ¡Bien! Esperan siempre al último momento.

– Los ancianos, ya se sabe.

– Si es que van que se creen que tienen la ley bajo el brazo.

– Los ancianos, es que van llevándose todo por delante.

– ¿Y cuándo cruzan por donde les da la gana y si les pitan se ponen que pa' qué?

– Sí, señora, sí. Que cruzan por donde quieren y como les pite un coche, encima se cabrean.

– Que se creen que tienen la ley bajo el brazo, ya le digo.

– Menudo genio tienen. Cualquiera les dice nada...

– Te dan con la gayata que llevan...

– Sí, señora, sí... No sé qué prisa tienen. Cuando ya podían ir tan tranquilos, a su edad, que tienen todo el tiempo para tomárselo con calma...

– Parece que se les acaba el tiempo...

 

 

0 comentarios