Buñuel y la linterna mágica
En el 111 aniversario de Luis Buñuel, como ya saben, se presentó el corto de animación "Buñuel y la linterna mágica", escrito y dirigido por Javier Espada, animado por María Velázquez y dibujado por mí.
A petición del público, reproduzco lo que dije en la presentación:
Parece que siempre que tengo que hablar, me dicen lo que debo hacer. Hace diez días, mi nieta me organizó una presentación del último libro que he publicado, en su clase, y me advirtió:
–Mira, te voy a decir lo que tienes que hacer. Primero hablas un poco de tu libro, ¿no?, luego dibujas algo en la pizarra, nos dibujas algo en un papel para que lo podamos fotocopiar y utilizar en la clase de plástica y les enseñas a mis compañeros la foto que me hiciste disfrazada de Nosferatu.
Ahora, Javier me dice que sea breve. Así que me limitaré a celebrar esta fecha tan señalada, este 111 aniversario, que irremediablemente remite a la Santísima Trinidad (uno y trino) y que aún me emociona más al recordar, aquí en Calanda, que el párroco de mi infancia nos explicaba el Misterio de la Santísima Trinidad comparándola con un melocotón.
Ante el entusiasmo del público al oír la palabra melocotón, decidí retirarme discretamente. Sin embargo, algunos de los asistentes, algo más tarde, me pidieron que les explicara el parecido entre una cosa y Otra y les repetí las palabras del párroco tal como las recuerdo:
– La Santísima Trinidad es como un melocotón que se compone de piel, carne y hueso. La piel es melocotón pero no es el melocotón, la carne es melocotón pero no es el melocotón, el hueso es melocotón pero no es el melocotón. Sin embargo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, o sea, que la Santísima Trinidad no es como un melocotón...
3 comentarios
cano -
Harry Sonfór -
isabel -
que razón tienes, yo siempre pienso que he pasado de escuchar a mi madre diciendo que tengo que hacer y decir... a mis hijas diciéndome que decir y hacer.
josé luis he terminado en tu blog buscando cosas de trescanos. me pasas enlace? besos
ah y de postre, conoces a Juan Berrio?