Una joven
– Yo, en ese sentido, me parece que lo tengo crudo... A ver, si te soy sincera, yo es que con los críos... como que no. ¡Hombre, con mi sobrino, por ejemplo, pues hago el gilipollas lo que haga falta y me tiro por el suelo o lo que sea! Pero, cuidar un crío... ¡No sé cuidarme yo como para cuidar a un crío! ¡Y además, con lo que hago rabiar a los críos...!
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