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de profesión incierta

Dos señoras

- Ahora voy a verlo

- ¿Qué tal está?

- Mal, nada...

- Vaya... ¿Y tu hermana trabaja?

- Ocho horas, que va la pobre...

- Mira, yo creía que no trabajaba.

- Pues, ocho horas, y encima con el hijo que tiene.

- Ay, sí, pobre...

- Subnormal, no te digo más.

- Y él, de ahí a San Juan de Dios, ¿o qué?

- ¡Bien!, no creo que le dé tiempo. Ya nos dijo la cardio..., la cardio esa, ¡la médica!, que está peor que entró.

- Chica, chica...

- Mira, aquí me tenía que bajar para coger un taxi.

- Pues, ¡bájate, que te da tiempo!

- Es igual, ya cogeré otro autobús más adelante. Así me ahorro unas perras.

- Como quieras.

- Si voy mucho a verle. No ves que no me cuesta nada... Cojo un taxi... ¡o un autobús, si me apetece! En fin... Ya nos ha dicho la médica que tiene la hemorragia por toda la cabeza. Un horror.

- ¿Y que años tiene tu cuñao?

- Pero es que se ha bebido todo.

- ¿?

- Sesenta y cinco.

- Pues, joven.

- Joven, sí, pero quemao... Si se hubiese cuidao un poco. Aunque te advierto que, a veces, aunque te cuides te pones malo igual.

- Pues, sí.

- Ayer vi a tu chica. Ya me dijo que ha salido todo bien.

- Sí, le hicieron la ecografía y va todo bien. Ya pesan uno trescientos cada uno.

- Lo que tiene que hacer tu hija es decirle al médico que le duele el riñón y ahí abajo.

- Ya la miran, ya, ¿te crees que no la miran?

- Pero, te quiero decir, que así le dirá el médico que tiene que hacer reposo absoluto y, entonces, que diga ella: "Pues me han dicho que tengo que trabajar", y el médico dirá: "De eso, nada", y le dará la baja. ¿Cuánto gana tu hija?

- No, que si se encuentra mal, ya sabe...

- ¿Cuánto gana?

- Ochocientos.

- ¡Hola!, eso es una pasta. Y sin trabajar, más aún. Y si no le dan la baja, a los tribunales. Yo tuve un accidente con un médico y fuimos a los tribunales.

- ¿Sí?

- ¡Hombre! Me dijo el médico: "Mira, esto lo podemos ganar... o lo podemos perder".

- ¡Ya es verdad eso, ya!

- Me dijo: "Esto lo tenemos ganao".

- Qué bien.

- Pero, perdimos.

- Vaya.

- Luego me dijo lo de la prologa...

- ¿Qué es eso?

- Lo de seguir reclamando para ver...

- ¡Ah, ya!

- Pero le dije que no. Ya me había costado la broma tres mil euros porque tuve que pagar las costas. Pero, oye, el que algo quiere, algo le cuesta...

- Ya lo creo que cuesta...

- Y, total, pa nada. Eso es lo que saqué: nada.

- Ya te digo.

 

 

 

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4 comentarios

cano -

Gracias por el enlace, francisconixon, se ha disparado el número de visitas.

francisconixon -

Fan!

cano -

De oído. Lo escribo nada más llegar a casa.

josep m. fernández -

¿Y esto de oído o va tomando usted notas?