Autor: José Antonio Germán Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Pero también diré que nuestros políticos están vacunados de nosotros y de nuestras protestas descafeinadas. Hace veinte años no se hubiese quedado es las escaleras para hacer una protesta intrascendente y desde luego nada incomoda, para el alcalde de turno. Sencillamente se hubiesen citado un puñado de actores y demás amígueles y hubiesen representado una obra de teatro en la calle sin permiso del ayuntamiento, para caldear las conciencias de algunos vagos de sillón, haciendo que la policía local, se ganase su sueldo, embroncándolos y haciendo también de paso participe a algún transeúnte, que seguro que animado se apunta al fregado. Todo esto después de que alguien con su teléfono móvil de tarjeta, casi sin saldo, hubiese llamado a la prensa para dejar constancia de lo sucedido. Pero la realidad es que solo somos moscas cojoneras pero de las políticamente correctas, con lo cual cuando toca recortar de algún lado, se cogerá del montoncito de cultura pues está claro que los artistas y otros oficios en extinción no serán los que abran brecha. Pues no olvidemos que en este país la cultura es algo que todo el mundo gasta pero que nadie compra.
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José Antonio Germán -
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices.
Pero también diré que nuestros políticos están vacunados de nosotros y de nuestras protestas descafeinadas.
Hace veinte años no se hubiese quedado es las escaleras para hacer una protesta intrascendente y desde luego nada incomoda, para el alcalde de turno.
Sencillamente se hubiesen citado un puñado de actores y demás amígueles y hubiesen representado una obra de teatro en la calle sin permiso del ayuntamiento, para caldear las conciencias de algunos vagos de sillón, haciendo que la policía local, se ganase su sueldo, embroncándolos y haciendo también de paso participe a algún transeúnte, que seguro que animado se apunta al fregado.
Todo esto después de que alguien con su teléfono móvil de tarjeta, casi sin saldo, hubiese llamado a la prensa para dejar constancia de lo sucedido.
Pero la realidad es que solo somos moscas cojoneras pero de las políticamente correctas, con lo cual cuando toca recortar de algún lado, se cogerá del montoncito de cultura pues está claro que los artistas y otros oficios en extinción no serán los que abran brecha.
Pues no olvidemos que en este país la cultura es algo que todo el mundo gasta pero que nadie compra.