Untitled II
Recuerdo una exposición en el Reina Sofía en la que se confrontaban Dadá y Constructivismo. Lo más curioso era que las obras expuestas, partiendo de conceptos enfrentados, alcanzaban aspectos idénticos.
Por ese terreno de juego se mueve la obra de Larroy, heredero de los dos equipos y consciente de las contradicciones y paradojas que, en su época, los dadaístas y los constructivistas no podían ver.
Así, pues, la mañana que Larroy se levanta más constructivista que dadaísta puede titular Señales de color o Banderas blancas; el día que se levanta más dadaísta que constructivista, en cambio, los títulos pueden ser Tomavistas o La mirada presumida y el día que no se levanta ni dadaísta ni constructivista sino todo lo contrario, titula Male Beach.
O Sin título.
Un problema dos soluciones, como dice en otro título, aunque puede ser más drástico: What problem? No problem.
En cualquier caso, los títulos de Larroy nunca son obvios. Si titula una obra Azul horizontal, lo más probable es que el azul sea vertical, si es que hay algún azul. Quizás por eso, últimamente publica en sus catálogos una serie de textos que pretenden explicar la relación entre sus títulos y sus obras:
“Vuelo sin motor, 2002
Óleo/tela
89 x 162 cm.
Si un ciervo es así, estaremos con él. Era el otro posible título”.
Un problema, dos soluciones; ya saben. Un año antes, era más explícito:
“Étnico, 2001
Óleo/tela
200 x 200 cm.
A menudo parece que lo étnico es primitivo y que lo primitivo es ingenuamente auténtico. La pintura ni es auténtica ni es ingenua, aunque sí que tiene algo de primitiva”.
Larroy explica: “Estos breves comentarios son total invención, lo que no quiere decir que sean falsos, pero sí susceptibles de cambios”.
En fin, que sería absurdo que yo comentase los comentarios. Entre otras cosas, porque puede resultar pretencioso intentar explicar lo que ya ha explicado el autor. Yo no soy Foucault. En todo caso, dada mi condición de ilustrador, estaría a mi alcance ilustrar los comentarios a los títulos de sus cuadros para seguir cerrando círculos, pero, ¿a fin de qué?
Insistentemente mareados es otro título de Larroy.
Vamos a dejarlo aquí.
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