GEOGRAFÍA E HISTORIA
La marina es un género poco cultivado por los pintores de secano, siempre remisos a acercarse hasta sitios tan raros y lejanos como la costa. En cambio, la misma costa, en temporada alta, puede ser un auténtico paraíso para los caricaturistas.
1– A Salou le queda tan poco paisaje que, en algunos sitios, la primera línea de playa se adentra en el mar.
La playa se ocupa siguiendo la Ley de la Perpendicularidad, que dice: Cualquier bañista que se precie, se dirigirá desde su apartamento u hotel a la playa, caminando perpendicularmente hacia la línea de horizonte sin desviarse ni un milímetro. De tal forma que, donde haya mayor densidad de edificios, habrá mayor densidad de bañistas y viceversa. Una vez instalados en la playa, los bañistas podrán pasear paralelamente a la línea de horizonte por la orilla del mar.
2– Todo el paisaje que no tiene Salou lo tiene Port Aventura, pero es de mentira. Incluso la espectacular puesta de sol de Port Aventura, vista a través de los gigantescos cactus de escayola de Port Aventura, parece falsa.
¡Estampida! Empieza a llover sobre Port Aventura y los visitantes, cubiertos con los chubasqueros amarillos de Port Aventura, corremos a refugiarnos en las múltiples tiendas de Port Aventura.
3– En la playa de Calafell, la casa de Carlos Barral es como el testigo de un tiempo, no tan lejano, en el que se veraneaba civilizadamente.
4– Otro testigo histórico es el monolito del Médol, una antigua cantera romana, escondida junto a la autopista. Es un rincón muy pintoresco y natural y, naturalmente, solitario.
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