ocurrencio
A los 16 años descubrí las películas japonesas en los cines de arte y ensayo. Un día, fascinado por aquella estética, llegué a casa y les dije a mis padres: “De mayor quiero ser japonés”. No me hicieron ni caso.
Ayer me vi en los espejos de la clase de Tai Chi y pensé: “Aún puede que lo consiga”.
2 comentarios
cano -
Harry Sonfór -