Churretes y viejos
Mi amigo Pepe Cerdá y yo coincidimos a veces en algunas críticas desde posiciones completamente distintas. Uno de los últimos artículos de su blog me da pie para coincidir, matizar y discrepar de sus irónicos comentarios. No sabe él cómo se lo agradezco.
El artículo se desarrolla a partir de la famosa cúpula de Barceló. ¿Qué decir sin haberla visto? Que una estalactita como Dios manda, tarda miles de años en formarse. ¿Qué se puede hacer en un año? Churretes. La imitación servil de la realidad confirma que las comparaciones son odiosas.
Para Pepe, todo empezó con Pollock y puede que tenga razón. Tampoco Pollock es santo de mi devoción. Su pintura me parece un tanto impostada. Creo que quiso hacer, por otros medios (u ocurrencias, que diría Pepe), lo mismo que había hecho Monet después de pintarse un kilometraje de nenúfares. Lo que no creo es que Pollock fuera el origen del “vale salirse del dibujo”. El responsable fue el viejo Tiziano. Y el Greco, el que impostó sus hallazgos.
La verdadera tradición es la de los viejos “salidos”: Tiziano, Rembrandt, Goya, Monet, Picasso… pintores que vivieron lo suficiente para alcanzar la clarividencia. Se puede argumentar que esa pretendida clarividencia era fruto de sus achaques: vista cansada, pulso tembloroso, demencia senil…
Aquí, señoras y señores, voy a dar un salto mortal por sentirme incapaz de argumentar racionalmente lo que sigue. ¿Y si todo esto tiene algo que ver con lo que leo en la contraportada de La Vanguardia del día 12?
“… cuando en la física cuántica investigas la naturaleza de una partícula elemental, como un electrón, no la encuentras, está vacía. Es decir, que el electrón sólo existe en relación con el sistema de medición y el observador, no es posible observar un sistema sin perturbarlo”.
¿Habrá que perder los sentidos para encontrar el sentido? Continuará.
La pintura es de Zhu Da (1626-1705)
5 comentarios
cano -
Besos
Pepe Cerdá -
Pepe Cerdá -
¡Qué no me enfado!, no me fastidies. Lo que pasa que a mí el lenguaje escrito me queda un poco redicho y solemne. Por esto soy consciente que puede malinterpretarse. Ya me gustaría a mí tener tu retranca y tu coña al escribir.
Si lo de los churretes es por hablar de algo, que la vida en el pueblo es muy aburrida.
Besos.
Pepe Cerdá
cano -
Daba por supuesto que sabías lo de Tiziano y compañía, no te lo tomes así. Sólo quería derivar el debate hacia otro lado, el de la libertad en la pintura, que no es política o es mucho más que política, e intentar comprender de qué va y por qué nos obsesiona.
Por otro lado, sabía que Picasso había pintado con Ripolin. Lo que no sabía es que era Titanlux. Gracias por la información.
Un abrazo
Pepe Cerdá -
Cierto es que fueron los venecianos los que se salieron del dibujo previo. Es más no había de dónde salirse puesto que no dibujaban; pintaban directamente como sabes. Después Velázquez, Goya y Sorolla hicieron lo propio. Y también los impresionistas. Ya lo sé.
Lo que yo digo es que el churrete, el auténtico, el que se le escurría a tu padre y al mío cuando rotulaban y echaban un juramento, es inherente a la invención del esmalte sintético. Popularizado en España por la marca Titantlux. A Picasso se le empiezan a escurrir las rallas cuando comienza a emplear el Titanlux Francés, que se llama Ripolín.
Con pintura Ripolin está pintado el Guernica. Como muy bien cuenta Richardson en su bien documentada biografía.
Sin el esmalte sintético no hay driping. Después vino el plástico y el acrílico, pero los churretes no quedan igual.
Aparte de esto yo soy amigo del supuesto técnico que le ha hecho la pintura a Barceló. Se llama Philippe Marin y tiene una tienda y fábrica de materiales para las artes plásticas en Arcueil, en las afueras de París, tienda dónde compro yo también los materiales. Philippe me ha ido contando todo ese asunto de la pintura que se han inventado para Barceló y de las características que debía de tener.
En cuanto a la ideologización del churrete no tengo nada que añadir a lo dicho en mi post. Y es obvio que cuándo se salían o se les escurría la pintura a Ticiano o al Greco no implicaba una posición política además de estética, tal y como ocurría en los años cincuenta.
Saludos.
Pepe Cerdá