Perro
Perro, 1998, acrílico sobre tela, 50 x 100 cm
Mi perro era un pastor que intentaba, sin éxito, cazar alguna pieza. Los animales acaban pareciéndose a sus dueños.
El único cuadro de la serie de animales en el que una imagen interfiere en el fondo y rompe la gestual simetría casi perfecta. Podría ser una tachadura, un arrepentimiento o el distanciamiento provocado por una celosía. Pero es mas probable que estemos viendo la urdimbre de un cazamariposas que nos remite a solitarios bailes campestres en blanco y negro y con piano de fondo.
Larroy
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