Sucedidos
Me contó Víctor Juan:
–Ya sé que a ti no paran de pasarte cosas, pero a mí también me pasan bastantes.
Fui a buscar las serigrafías de Cossío al taller de Pepep Bofarull y me había dejado una nota en la puerta, avisándome de que estaba en el "María Morena". Vi que había allí al lado un rumano y me acerqué a preguntarle: "Por favor..." "Yo no sé nada", me respondió tajante. Aún insistí: "No, si sólo quiero saber dónde está..." "Que no sé nada".
Víctor consiguió encontrar a Pepe y llevarse las serigrafías.
Que me pasen cosas, una leyenda urbana como cualquier otra, puede venirme por parte de madre.
El viernes pasado, en la playa, paseábamos a mi madre en silla de ruedas, mi hermana y yo. Entré un momento en un chiringuito a comprar una camiseta para mi nieta y, al salir, me encontré las encontré hablando con un joven inglés, grande como un mallo, que lloraba sentado en un murete.
Me explicaron que el pobre mozo había visto a mi madre y se había emocionado mucho porque era exactamente igual que su abuela. Era tal su emoción, que cogía la mano de mi madre y la besaba insistentemente, disculpándose por el choto que llevaba.
–Sorry, sorry...
Así estuvo un rato, hasta que logró tranquilizarse y nos despedimos. Me volví un poco más adelante y vi que seguía sentado, limpiándose las lágrimas.
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