Somardas

Les copio el artículo de David Trueba en El País:

La Academia de Televisión anunció sus premios Iris y en la categoría de mejor entretenimiento autonómico el galardón irá a parar al espacio de humor Oregón Televisión, que se emite en Aragón Televisión, o viceversa. Lo cierto es que el apelativo de entretenimiento autonómico le cuadra que ni pintado a este programa que es uno de los estandartes de su cadena. Para quienes viven fuera de Aragón es habitual recalar en las páginas de Internet al rescate de los mejores momentos de un espacio desorejado, que practica el absurdo, la reducción de los espacios y tiempos y la destilación del surrealismo de andar por casa hasta sus más extremadas representaciones. Después de ocho temporadas y capitaneados por actores mutantes, destacan las presencias de Marisol Aznar y Jorge Asín, capaces de representar un espectro que va del jotero a los orcos de El señor de los Anillos sin perder un átomo de credibilidad.

El entretenimiento autonómico, entre los que la tribu oregonesa destaca con nota, se ha impuesto con autoridad. Carente apenas de referencia la televisión nacional, tampoco las cadenas generalistas privadas han acabado de dar con un formato específico más allá de figuras muy reconocidas. En cambio, tanto el Vaya Semanita como Polonia y el más visceral hermano baturro, se han alzado con una representación de sus trasuntos locales que supera en expansión a las apuestas más serias o más reivindicativas de su particularismo. El humor parece sentirse cómodo en lo cercano y es habitual que los grandes cómicos tengan más dificultades para ser conocidos y entendidos fuera de sus fronteras que los grandes trágicos.

Programa coral, sin grandes medios, arrevistado como un número cómico del Oasis, muerde sobre lo más cotidiano. Oregón Televisión y sus oregoneses ilustres comparten con la deriva albaceteña de losMuchachada una vertiente blanca, que frente a la imposibilidad de cambiar el país, descifra el ADN de su disparatada esencia. Quien mejor ha definido el humor somarda aragonés y su mazada, que es una especie de punto final abrupto, ha sido el estupendo dibujante José Luis Cano, cuando recordaba la anécdota de su hermana, funcionaria de la Administración local, que al mostrarle un documento oficial a un agricultor le dijo: “Firme aquí”. Y el hombre le respondió: “¿Con mi nombre?”.