Martínez de Pisón según Luis Alegre
Ignacio contagió a sus hijos su fervor friki por el Real Zaragoza, un irrompible cordón umbilical sentimental con sus raíces, que, por cierto, no tiene que ver con el fútbol: a Ignacio no le gusta el fútbol, más allá de ir con sus hijos, mis sobrinos y los hijos de los amigos a jugar alguna pachanga en los parques de Zaragoza. Pues, bien, antes, cada vez que jugaba el Zaragoza, seguía este rito: él y sus hijos Eduardo y Diego se ponían la bufanda del equipo, se sentaban en el sofá todo emocionados y ponían en la radio el Carrusel Deportivo mientras miraban fijamente la pantalla de la tele, en la que un canal de pago emitía el partido. Pero como no estaban abonados a ese canal, en la tele solo veían ¡¡¡la nieve!!!
Luis Alegre. La noche que llegué a El Ángel Azul. En el número 105-106 de la revista Turia.
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