José Miguel Larraz en el Club Náutico
No se pierdan esta sugerente visión del cementerio.
Al hilo de la exposición, recordé esta anécdota que cuenta Simon Leys y que quiero dedicar a José Miguel Larraz:
En el momento de expirar, el truculento Brendan Behan tuvo aún el gesto de darle las gracias a la monja que le refrescaba la frente: "¡Gracias, hermana, ojalá que sus hijos lleguen a obispos!"
Simon Leys. La felicidad de los pececillos. Acantilado.
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