Dedicado a mis alumnos
Durante aquel viaje entendí lo difícil que es hacer un dibujo del natural, lo importante que es entender la naturaleza, la verdad de la realidad. Entender la verdad del objeto del dibujo –hombre, arquitectura o paisaje– es algo complejo, porque no es una verdad visible, una verdad superficial. Y requiere un gran esfuerzo, un compromiso que a veces, por pereza, se intenta evitar (es más fácil inventar). Hay que ser capaz de establecer una complicidad con el objeto que se dibuja hasta llegar a un conocimiento profundo del mismo. No se dibuja bien si se miente. Y al revés: si en un dibujo del natural se ha dicho la verdad, el dibujo se convierte automáticamente en un buen dibujo. Otra dificultad del dibujo del natural es que nos obliga a encontrar respuestas a preguntas que nunca nos habíamos planteado. Lo que se logra trabajando en el estudio es a menudo una respuesta a preguntas que ya se conocen.
Saul Steinberg/Aldo Buzzi. Reflejos y sombras. Media Vaca.
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