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de profesión incierta

Ideas para tiempos de crisis

Ideas para tiempos de crisis

Y ansí como llegué con el maíz y bastimentos a la puente, y como era de noche, cargan todos los soldados dello y lo tomaron todo, que no dejaron a Cortés ni a ningún capitán cosa ninguna, con dar voces: "Dejallo, ques para el capitán Costés". Y ansimismo su mayordomo Carranza, que ansí se llamaba, y el despensero Guinea daban voces y se abrazaban al maíz, y decían que les dejasen siquiera una carga. Y como era de noche, decíanle los soldados: "Buenos puercos habéis comido vos y Cortés", y no curaban de cosa que les decían, sino que todo se lo apañaban. Pues desque Cortés supo cómo se lo habían tomado y no le dejaron cosa ninguna, renegaba de impaciencia y pateaba; y estaba tan enojado, que decía que quería hacer pesquisas quién se lo tomó y dijeron lo de los puercos, y desque vio y consideró quel enojo era por demás y dar voces en desierto, me mandó llamar a mí y muy enojado me dijo que cómo puse tal cobro en el bastimento. Yo le dije que procurara su merced enviar adelante guardas para ello, y aunquél en persona estuviera guardándolo, se lo tomaran, porque le guarde Dios del hambre, que no tiene ley. Y desque vio que no había remedio ninguno e que tenía mucha nescesidad, me halagó con palabras melosas, estando delante el capitán Gonzalo de Sandoval, y me dijo: "¡Oh señor y hermano Bernal Díaz del Castillo, por amor de mí que si dejaste algo escondido en el camino, que partáis conmigo, que bien creído tengo de vuestra buena diligencia que traeríades para vos y para vuestro amigo Sandoval!" Y desque vi sus palabras, y de la manera que lo dijo, hube mancilla dél.

 

 

 

Bernal Díaz del Castillo. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Biblioteca de la Historia

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