Blogia
de profesión incierta

Dos señoritas

– Chica, me dijo de salir juntas pero me parece que...

– Que salir con ella es como ir un poco en plan zorra.

– ¡Pues, sí! No sé...

– Me dijiste que era abogada, ¿no?

– Sí, algunos fines de semana está de guardia.

– Que tendrá que...

– Sí, con asuntos de maltrato de mujeres y cosas así... ¡Que no te puedes imaginar lo que hay por ahí!

– Oye, qué fea es su hija.

– ¡Uf, espantosa!

– Fíjate que para decir de una cría que es fea...

– Un horror.

– Y, además, la lleva tan hortera...

– Es que ella también es muy hortera, va muy hortera.

– Ya, ya... Oye, y esta otra, que boca más rara tiene.

– ¡Sí!

– Es como si no pudiera pronunciar...

– Es que le va el prive. Ya llevaría...

– ¡Ah! Que se habría tomado alguna caña.

– Vino blanco, bebe vino blanco.

– ¡Qué problema el de la bebida!

– Sí, a la gente que le va eso... Beben...

– Con ansia.

– No, como si bebieran agua.

– Y yo que no puedo... A ver, me gusta el vino, pero unos sorbitos. Yo un vaso entero, ¡incapaz!

– Ya.

– Y una jarra de cerveza... Me pongo mala sólo de verla. Me puedo tomar cuatro cañas seguidas pero ver junta semejante cantidad de cerveza...

– Esta es nuestra parada, ¿verdad?

– ¡Ah, sí, aquí tenemos que bajar!

 

1 comentario