Un matrimonio de cierta edad
– ¡Mira que le cuesta!
– Es un caso.
– ¡Que es que no eran más que cuatro tornillos!
– Todo se le hace un monte. El caso es que, cuando se pone, lo hace, pero hasta que se pone...
– Si sólo eran cuatro tornillos. Y aún quería dejarlo. Luego se ha alegrado de hacerme caso. ¿Qué cuesta quitar cuatro tornillos? Y volverlos a poner, claro.
– Es un caso.
– ¡Ah, ¿no te he dicho?! Estaba con éste en el taller y llama uno y dice: "¡Que traigo un calderín! Y le digo, "Oye, que traen un calderín", y dice: "¡Ah, sí, que estoy arreglando una bomba!" Y resulta que sube el otro y nos vemos... ¡Que no era un calderín, que era un catering que llevaba a no sé donde...! ¡Meca... es que así de lejos, a mí me ha parecido que decía calderín y como éste resulta que estaba esperando uno...!
– Ya.
5 comentarios
lola -
Y para mas inri mi carnet termina en "seta".
Inde -
(Qué bueno lo del conde de Dinamarcaaaaaa, por diooooos...)
ana -
cano -
¿De parte de quién?
De cano.
Y al cabo de un momento:
Pregunta el señor Justicia que decano, ¿de qué facultad?
Inde -