Una señora mayor y una anciana
– ¿Qué tal, cuánto tiempo sin verte?
– Sí, chica, ¿y tu madre?
– Pues, ahí está... cada vez puede moverse menos... ya no puede salir sola de casa...
– Yo, tampoco.
– ¿Qué tal, cuánto tiempo sin verte?
– Sí, chica, ¿y tu madre?
– Pues, ahí está... cada vez puede moverse menos... ya no puede salir sola de casa...
– Yo, tampoco.
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