Dos jóvenes
– O sea que, al final, empatastéis.
– Sí, macho. Cuando íbamos cuatro-uno, empezamos a tener fallos tontos: un rebote, una pelota mal parada... en fin... Y se vinieron todos arriba, ¿eh?, que fue eso, el empuje que se notaba, que iban a por todas. Acabamos cuatro-cuatro, buf, que yo dije: Si no llegamos a marcar tanto, nos ganan.
0 comentarios