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de profesión incierta

Eckermann

"... que mostraba un caballo en su escudo. La imagen de este caballo me gustó mucho y, como casualmente tenía a mano pluma, tintero y un trozo de papel, se apoderó de mí un impulso irresistible de copiarla. Mi padre continuó hablando de Hamburgo mientras yo, sin que mis padres lo advirtieran, me ensimismaba por completo en el dibujo del caballo. Cuando hube terminado me pareció que mi reproducción se asemejaba en todo al modelo, y saboreé una felicidad hasta entonces desconocida. Mostré lo que había hecho a mis padres, quienes no pudieron por menos de elogiarme y admirarse de mi habilidad. Pasé la noche casi insomne, sumido en una feliz excitación."

 

3 comentarios

cano -

Bueno, le hicieron caso hasta cierto punto. Desde luego, no se dedicó a la pintura.

Vicente -

¡Cómo nos traiciona la memoria!
Seguro que sus padres no le hicieron el mínimo caso.

Vicente -

¡Como nos traiciona la memoria!
Seguro que sus padres no le hicieron el mínimo caso.