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de profesión incierta

Defensor de Zaragoza II

Defensor de Zaragoza II

Ayer fue mi día de gloria. Tripliqué el número de visitas recibidas en mi blog y recibí más aplausos que si hubiera pasado a recoger la medallica.

Muchas gracias a todos y muy especialmente a Zaragozame.com que me puso los visitantes en bandeja.

Quiero aclarar un par de cosas.

No voy a recoger la medalla porque la marca Zaragoza ha colmado mi paciencia. No tengo nada contra la gente de la Fundación del Bicentenario que me ha tratado siempre con todo cariño y a los que sé que he disgustado con mi decisión. Lo siento. Por ellos habría soportado el izado de banderas, del mismo modo que soporté el funeral de mi padre sin abofetear al cura por respeto a mi madre.

Pero lo de la marca nos tiene muy soliviantados en esta profesión incierta que profeso. Ya vale.

Asumo mi condición de artista local (y provincial, que me dieron la medalla de oro de la Diputación) y no me puedo quejar de cómo me ha ido. Ni puedo, ni quiero. Pero los que no sé si tienen muy claro el papel que les corresponde en el concierto de las naciones, son nuestros próceres. Ya vale de que nos miren por encima del hombro por no haber triunfado en Nueva York, ya vale con el tratamiento que nos dieron en la Expo.

Ya vale de que cada vez que se les ocurre levantar la autoestima de los aragoneses, encarguen la campaña correspondiente en Madrid o Barcelona, ya vale de que tengamos ahora una exposición muy irregular de artistas austriacos en el palacio de Sástago y la próxima exposición del artista zaragozano Vicente Pascual Rodrigo, recientemente fallecido, pretendieran inaugurarla el 31 de julio, precisamente.

Ya vale, aunque sólo sea porque les gano en antigüedad, si exceptuamos a Biel, naturalmente. Toda la vida he sido pintor y ellos, afortunadamente, no toda la vida han sido próceres. Aquí, el que no ha sido juez antes que fraile, ha sido fraile antes que... antes que... En fin, no nos precipitemos, ya se me ocurrirá algo.

Algún día tengo que contarles lo que me pasó con las Cortes de Aragón.

 

10 comentarios

cano -

¿Qué cena? Creo que se equivoca.

Miguel Espartero -

Hola Cano,

¿Qué tal la medalla? A quienes te jalean deberías decirles que la recogiste no en un ambiente casposo y militarista, sino corbatil y político. ¿Quién pagó pagó la cena? ¿los aragoneses, los zaragozanos o a lo mejor la pagaste tú?

Fernando L -

Corrijo:
Gracias por defendernos frente a los que quieren modernizar con el olvido esta ciudad «vieja y provinciana»

Fernando L. -

Gracias por defendernos frente a que modernizar con el olvido esta ciudad «vieja y provinciana»

Víctor Juan -

Ayer oí en el bus: "Cano, Cano, Cano es cojonudo, como Cano noy hay ninguno. No sabía de qué iba el tema. Ahora ya lo sé".
¿Y si le hubieran dado esta medalla a Ureña el piropeador de policía municipales, el trasvasista, el ultramontano, el activista ultracatólico que sale en la primera línea de todas las manifestaciones? Lo miraré.
Olé

larraz -

Me parece bien su decisión. Creo que Zaragoza necesita de algo parecido a un consejo de ancianos, de un grupo de personas sensatas con poder para dar collejas a los políticos.
En cuanto al dibujo de marca de Zaragoza no sabría decir si me parece bueno o malo, pero es vergonzoso que miren para afuera cada vez que quieran hacer algo, que sean tan desconocedores de los que aquí trabajamos.

Camusiano -

Ala maño, ya vale de alimentar el "Viva las caenas".Gracias por no caer en en el reaccionarioprogresismo.

Lizer -

Más claro agua. Alabo el gusto y la dignidad de la decisión que ha tomado. Otros, quizás, no se atreverían a decir que no a todas esas autoridades.Le felicito por sus tiras cómicas en Heraldo.

Inde -

Pues a mí me parece que hace como los sabios. Rechaza la farfolla y el borombollo por un legítimo cabreo.

El reconocimiento que merecen nuestros artistas es otro, y lo explica muy bien el propio Cano.

almogávar -

Tu verás lo que haces. Es cierto que lo mejor que pueden hacer los gobiernos es no estorbar, pero no querer una medalla que -al fin y al cabo- te da la ciudad y sus ciudadanos, es a mi juicio un desatino.