Blogia
de profesión incierta

Una joven sudamericana y un matrimonio español

– Pero, ¡señor!

– Espere que se acomode mi señora, primero.

– Pero...

– Ahora se puede sentar usted, si quiere.

– No, no, no quiero.

– ¿Ah, no?

– Me conformo con que no me tire al suelo.

0 comentarios