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de profesión incierta

Una señora

(Escucha intermitente)

– A ver si hay alguien que le diga a la Merkel: "¡Oye, maja, ya está bien, ya vale, que estás asfixiando a la humanidad, a la humanidad entera!"

– Ya le digo, en cuanto nombren al nuevo, yo, en mi casa, ya se ha visto la 1. ¿Qué necesidad tengo yo de aguantar a semejantes sinvergüenzas? ¡Nada, ni hablar, que no pienso verla, no señor!

– ¿Esa, qué? ¡Poner cuatro plantas y largarse a Madrid! Eso es todo. Y cómo nos puso luego a los aragoneses, que nos insultó todo lo que quiso. Mire, fíjese que caridad tiene esa señora, que tiene una hermana en una residencia en Cariñena y en siete años no ha ido a verla ni un día. ¡Ni un día! ¡Nada! Pues, si eso lo hace con una hermana, imagínese lo que hará con los demás. Un día la vi, que iba con los escoltas y toda la pera, y le dije: "Mire, mañana precisamente tengo que ir a la residencia en la que está su hermana... Si quiere algo para ella..." Y me dijo: "¡No, señora, no, nada!" Oiga, así me lo dijo, que digo: "Anda que, menuda humanidad tiene ésta..."

 

 

 

2 comentarios

cano -

No sé, oiga. Yo no oí ningún nombre.

javier gomez de pablo -

¿de quien hablan? ¿es una pregunta tonta?