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de profesión incierta

La práctica

La práctica

Ahora, mientras estaba dibujando, me he acordado de lo que decía Tiziano a los noventa años (que lamentaba morirse cuando empezaba a saber dibujar) y de lo que me decía Elvira Fustero, una alumna muy divertida que tuve hace años:

– Sé que un día sabré dibujar. Hasta entonces, no pienso coger un lápiz.

 

 

La imagen es de Elvira Fustero (2004).

2 comentarios

cano -

Sobrao, pero sobrao, sobrao, lo confieso. Ahora, que me pasa con el cuento como a usted con Elena Ochoa. Igual que le digo una co, le digo la o.

Harry Sonfór -

Confiéselo, señor Cano ¿no le parece que el artista del cuento oriental de cangrejo era un sobrao y un rentista de natural vago con buena mano que gozó de la suerte de que en ese momento se llevaba un estilo artístico suelto y libre de academicismos? Ay, cuánto daño ha hecho ese cuento, ay.