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de profesión incierta

Mensaje recibido

Mensaje recibido

 

Apuntes, notas, esbozo,... para un artículo,declaración, 
proclama,.. algo.

El Huerva reaparece, en un tramo, ante los ojos de 
los zaragozanos. Para una parte
de ellos resulta sorprendente: ¡Anda, pero si había 
un río ahí abajo! Para otros es simplemente hermoso: 
un tramo muy diferente a los ya conocidos. 
Integrado, bien integrado, en una calle. 
Con sus proporciones adecuadas, el espacio preciso,...
¡Y con esos árboles! ¡La calle más bonita de Zaragoza! 
Un hallazgo de primera, un regalo para la ciudad.

La ciudadanía, como en todo, opina. 
Y una parte de ella, como en todo, no se plantea
otra cosa: se descubre y se cubre, alguien 
lo ha decidido así, 
se comenta, se hace una foto y a casa. 
Y también como siempre, otra parte piensa 
que las cosas se están haciendo de una manera, 
pero muy bien se podrían hacer de otra,
incluso mucho mejor.

Pues bien, no hay que hacer muchas
encuestas para darse cuenta de que entre 
los segundos, y también entre los primeros 
en cuanto les ha sido planteado, 
es mayoritaria la opinión de que el Huerva 
se mantenga descubierto. Y no resulta 
sorprendente esa opinión: 
es un descubrimiento de primera magnitud, 
como para replantear la cuestión.

No se les escapan, a unos y otros, 
las dificultades de plantearlo aquí y ahora. 
Unas obras en marcha, una contrata 
que pondrá sus exigencias, 
unas decisiones ya tomadas,
hasta algunos puestos de trabajo en juego, 
depende de hasta donde se quiera llevar
la demagogia. Dificultades sí, 
pero imposibilidad no. 
Y además ¡para eso están los gestores 
de lo público! 
Para resolver, con bien, las modificaciones, 
que tantas otras veces se han hecho 
con bastante menores motivos.

También puede aparecer, entre las dificultades, 
el asunto o debate sobre el tranvía.
Pero aquí parece que la cuestión 
puede zanjarse rápidamente: 
Son dos cosas contiguas pero independientes, 
en nada interfiere lo uno en lo otro.

Más dificultades: el tema del caudal 
de agua, de su limpieza y la del cauce. 
Tema hoy afortunadamente resuelto 
con la red de saneamiento de la cuenca 
del Huerva, su regulación, las posibles descargas 
de agua del Canal, y con un mínimo 
acondicionamiento de su cauce. 
Queden atrás les imágenes de cloaca 
y nido de ratas,hora es de abandonar ese mito.

Pero... , otro pero: ¿como quedará? 
Sencilla respuesta a éste: 
cabe todo, desde el bajo coste 
(arreglos superficiales, barandillas 
y pasarelas) hasta el concurso de
ideas con los grandes divos arquitectónicos 
del universo mundo. 
Ya se verá.

Y aun más,... ¿no es demasiado tarde? 
Pero la pregunta, así, no es pertinente. 
La cuestión principal debe ser: 
¿Es importante para la ciudad o no? 
¿Vale la pena reconducir el tema? 
Claro que es posible. 
No hay más que recordar ejemplos recientes
como la anulación del aparcamiento subterráneo 
en el Paseo o el soterramiento de las vías 
de ferrocarril, 
temas que en su momento también estaban 
en marcha y afortunadamente fueron reconsiderados, 
para bien.

Cuando se hizo el cubrimiento, 
en los años 20-30 del pasado siglo, 
se perdió la ocasión de integrar ese tramo 
de río en la ciudad. Pero eran otros tiempos, 
no se planteaban ciertas cosas, 
primaba otro tipo de progreso, 
de vialidad y de extensión urbana, 
con la Gran Vía, los planes de ensanche, 
la SZUC y el Parque Grande al final. 
Pero algunos años más tarde, 
con nuevos planteamientos urbanísticos, 
el cubrimiento, simplemente no hubiera 
sido posible, ni se habría planteado. 
Entonces hoy, pasados algunos años más 
y más afinadas las técnicas urbanísticas, 
¿qué hacer?
Siendo tan modernos, no parece difícil la respuesta: 
Dejar el río descubierto ¿Alguien es capaz, 
hoy en día, de cargar con la culpa de volver
a cubrirlo?

En realidad, tampoco es tan difícil 
darse cuenta de que es bastante posible 
reconsiderar la decisión e incorporar el río 
descubierto a la ciudad. No hay más que
ver la premura con que algunos corren 
a apuntarse a haber sido los primeros 
en la idea del Huerva descubierto, 
de toda la vida. Si hay tantas carreras 
será que no lo ven tan difícil. 
Pero esto, además de un cotilleo estéril, 
es un asunto resuelto. Los primeros 
en invitar a la ciudadanía a decantarse 
por un Huerva descubierto han sido, 
consciente o inconscientemente, 
los responsables, políticos 
y técnicos, de la obra. ¿Cómo?...
Pues sí. 
Y la prueba más palpable está en 
el bendito asunto de las vigas.

Veamos ¿Cómo sino se puede pensar, 
proyectar y decidir el quitar unas vigas 
en tan buen estado para poner otras 
que ya veremos? ¡Con el gran coste 
que eso supone! ¿Es que estaban tan mal? 
La verdad, no lo parece. 
¿Es que se han hecho los pertinentes análisis, 
ensayos o estudios técnicos? 
¿Sus resultados obligaban a ésto? 
¿Es ésta la mejor solución? 
¿No cabía p.e. intercalar vigas nuevas entre 
las existentes, lo que, aparte de más económico, 
habría permitido hacerlo como de tapadillo, 
sin mostrar el río? ¿Cabe tal ligereza en los responsables, 
técnicos y políticos, de la obra? 
No puede ser, no es posible. 
La explicación tiene que ser diferente, 
el fin ha de ser otro. 
Conscientemente o no lo han querido así: 
Invitar a la ciudadanía a que, una vez visto 
tal hallazgo, no quiera renunciar a tener 
el río a la vista e incorporado a la ciudad. 
¡Agradezcamoselo! Estemos y esperemos contentos, 
para que sí, se puedan hacer la foto! 
Con el Huerva descubierto.

También puede darse, efectivamente, 
que ahora venza (pero no convenza) la inercia, 
y la pesada maquinaria del absurdo, 
el no ha sido nadie y entre todos la mataron, 
se imponga una vez más. 
Pero también cabe aventurar, sin mucho riesgo 
de equivocarse, que más temprano que tarde, 
="text-align: left;">el Huerva acabará descubierto. 
Y entonces, incluso, la propuesta 
sea hecha directamente por los responsables, 
políticos y técnicos, ante la falta de respuesta, 
en un pasado (hoy presente), de una ciudadanía 
que no fue capaz de recoger su sutil invitación.
¿En verdad ha de ser necesario tener que esperar 
a otros tiempos?
¡Tiempos éstos en los que hay que luchar 
por lo evidente!
Antonio Lorenzo
La fotografía es de heraldo.es

 

3 comentarios

Anónimo -

Siento discrepar, pero no entiendo a qué se debe esta moda de recuperar la peor zona del huerva posible: esa que está canalizada en hormigón, sin riberas, y a 5 metros de profundidad. En una calle, además, que es un emblema de Zaragoza donde dar paseos y donde se organiza la feria del libro y demás eventos, donde sigue quedándose pequeña. Simplemente, no tiene sentido.

¿Por qué no recuperar las verdaderas zonas de río que quedan en Zaragoza, al descubierto y con riberas a nivel? Todo el Parque Grande, puente de los gitanos y hasta donde desaparece el río.

Ahora está todo lleno de basura, descuidado, oscuro… pero sería fácil y económico recuperarlo.

¿Por qué no se reivindica eso? ¿Por qué no se hace? Eso sí es disfrutar de un río y no verlo encajado en hormigón desde 5 metros de altura…

El Huerva siempre ha estado ahí y en su mayor parte está descubierto, pero parece que sólo exista el tramo de Gran Vía.

Sinceramente, en Aragón somos un poco idiotas y funcionamos por modas y sin revlexionar.

lola -

Quiero el rio a la vista....tambien comparto la idea.
Cuando lo vi me quede enamorada, pense que pena siempre vivimos de espaldas a los rios en esta ciudad.
Es genial todo lo que se podria hacer...y nosotros disfrutar de esta gran riqueza natural.

Vicente Almazán -

Comparto y me sumo.