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de profesión incierta

Picasso en el aula

Ayer asistí a la presentación del libro "Picasso en el aula" que han confeccionado Pedro Moya, Esperanza Díez y Mª Cruz Gimeno partiendo de sus trabajos en clase sobre la vida y la obra de Picasso.

Entre otras cosas, contaron que, ante el asombro de los niños por el número de mujeres que había tenido Picasso, uno explicó: Es que era rico. Cómo son.

Hoy, casualmente, aparece en La Vanguardia, un artículo sobre este tema. Coincidencias.

 

¿De qué sirve la asignatura de plástica?
Xaro Sánchez  | 25/03/2009 - 08:52 horas
Xaro Sánchez Estudi dels felins i del cirerer de Geòrgia Garrigós (5 anys) i estudi de Picasso de Bernat Garrigós (8 anys)
 
La corteza cerebral de tipo visual es la más extensa y unas cinco veces mayor que la corteza auditiva. Por eso interesa cualquier actividad y medio relacionado con la visión: ¿por qué no aprovecharla mucho más para mejorar el rendimiento académico?, ¿por qué no usar la vía visual tanto o más que la del lenguaje escrito o hablado? 

Ver, manipular, moverse y explorar para saber. Esa es la idea. Así se aprende y mucho. Mirando, experimentando con los materiales y con el movimiento de las manos, el aprendizaje aumenta exponencialmente. Y me refiero a cualquier aprendizaje, no sólo el plástico. Porque el movimiento y la exploración visual aumentan la 'capacidad de concentración y, por tanto, la de memorización'. ¿Porqué pasan los niños y niñas entonces la mayor parte del tiempo sentados en un pupitre? 

La razón de ser del arte no es la de generar emociones, si no la de adquirir conocimiento. La emoción es un efecto añadido que lo propulsa y lo mantiene, pero no es el fin. Saber del mundo a través de la visión, sí que lo es. Viendo, la posibilidad de entenderlo y manejarlo se multiplica enormemente. 

Hay varios estudios científicos que están demostrando que aprender usando 'estrategias artísticas' mejora significativamente el rendimiento académico del resto de las asignaturas no artísticas. Pero para que así funcione, el arte ha de pasar a un primer plano como herramienta de trabajo y de transmisión de la información. Se trata, por tanto, no sólo de enseñar a dibujar, pintar o moldear durante un rato a la semana, sino de usar esas habilidades en cualquier otra asignatura. 

Se puede enseñar a observar organizadamente y a percibir lo esencial, a expresar las propias ideas visualmente, a esquematizar con imágenes los pasos por los que se ha llegado a un conocimiento básico, a resolver un problema o a intuir cómo profundizar en un tema. 

Las puntuaciones en lectura, escritura y matemáticas, por ejemplo, se incrementan más de un 20% y la retención es más rápida. La asimilación y generalización de conceptos y su aplicación a distintos ámbitos también mejoran, así como las habilidades sociales, el control emocional, la toma de decisiones y las iniciativas para estudiar, cooperar o resolver problemas. Finalmente, la conflictividad interpersonal en las escuelas se reduce, y al ser un lenguaje común para la mayoría de culturas, 'el arte' beneficia la escolarización en la diversidad. 

Tan sólo el 15% de la población estudiantil asimila bien los contenidos oyendo y son los únicos que obtienen buenos resultados con las clases'tradicionales' , basadas en la transmisión oral de la información. En cambio, el aprendizaje vía visual es el predominante en el 40% de los alumnos que necesitan disponer de mucho material visual (ilustraciones, diagramas, gráficos,…) asociado a los números y a las palabras para integrarlos. 

Además, el 45% de los estudiantes tiene facilidad para adquirir conocimiento explorando manualmente y necesitan de la manipulación directa y de la práctica para comprender las abstracciones numéricas y la escritura. No debe sorprender que haya problemas de aprendizaje con las clases tradicionales. Mientras no se pierda el miedo a transformar la escuela en base al conocimiento de nuestro cerebro, el fracaso escolar persistirá. 

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